Del dolor al placer. De la intensidad más grande al bienestar más absoluto. De la tensión y los gritos a la relajación de todo tu cuerpo y los suspiros de alivio. De moverte y gemir a la quietud y el silencio más absoluto. De las lágrimas a las risas. Del no puedo más, voy a morir, al soy invencible y poderosa.
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El parto es un viaje único y maravilloso, lleno de sensaciones y emociones ambivalentes. No tengas miedo de sentir por cada poro de tu piel, porque lo que te espera es increíble y no puede ser comparado con nada.
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Parir nos abre, nos descubre, nos pone delante todo lo que somos, racional e irracionalmente. Es una de las aventuras más grandes e intuitivas que vas a vivir.
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Nadie puede darte garantías de nada. Nadie puede hacerte promesas. Es uno de los pocos viajes que harás sin saber lo que te espera. Y es normal que sientas miedo y respeto delante de tanta incertidumbre en una sociedad y cultura que necesita tenerlo todo controlado y planificado.
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Pero esta es la magia mujer. No saber. No tener una ruta ni un mapa del viaje. Adentrarte en lo más profundo de tu ser desde la confianza más absoluta. Porque no hay nada más seguro que confiar en tu cuerpo y en tu bebé.
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Parir es un regalo. No sabes qué habrá ni qué te espera dentro de la experiencia, pero lo que sí puedo decirte es que la vivas y disfrutes, sea como sea, elijas lo que elijas, porque al fin y al cabo, es totalmente vuestra y de nadie más.
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 Matrona Laia Casadevall Castañé